LA MOVILIZACIÓN INDÍGENA, HOY

Los movimientos sociales están agitando silenciosamente el panorama político nacional desde el 8 de marzo pasado. Han organizado una movilización con el mensaje de oposición a la "megaminería" y en "defensa del agua y la dignidad de los pueblos"



Entender el proceso político del movimiento indígena ecuatoriano es remontarse a la historia para citar acontecimientos trascendentales. Uno de ellos fue, sin duda, el levantamiento indígena sucedido en 1990 en el gobierno de Rodrigo Borja. Para que esto suceda, tuvieron que darse una serie de fenómenos, especialmente el acompañamiento que dieron los medios de comunicación de la Iglesia Católica de corte progresista a la organización de las comunidades; este es el caso de ERPE en Chimborazo y Radio Latacunga en Cotopaxi, entre otras. La forma de comunicación alternativa de estos medios devolvió la palabra y los derechos políticos a un grupo que vivía, como decía Monseñor Leonidas Proaño, metido en cuevas como topos; sin servicios básicos y totalmente excluidos de toda posibilidad de desarrollo.

Muchos piensan que este panorama no ha cambiado, y que este proceso de reivindicación fue utilizado por muchos dirigentes que aprovecharon su situación y su protagonismo para convertirse en "ponchos dorados", a la luz de la oportunidad de ocupar puestos de elección popular. Los dirigentes indígenas afirman que éste era un paso necesario, pues consideraron que era la única forma de tomar decisiones que realmente los beneficien. Desde ese entonces, el indígena votaba por el indígena y su partido político, pues sentía una garantía de que al menos habrían más oportunidades de desarrollo que con un mestizo al mando.

Pero, en este tiempo, el Gobierno afirma que la dirigencia indígena ya no tiene la fuerza de antes, acusándolos de "corruptos". Para Jorge Guamán, ex- presidente del movimiento Pachakutik, estos ataques no son importantes, "porque siempre los líderes están de acuerdo con sus bases y estas críticas no existen en el interior de la organización". Lo cierto es que, la politización del movimiento indígena es una de las causas que estableció una nueva manera de ver a este sector de la sociedad; a diferencia de otros años, donde el respaldo ciudadano era masivo.

Otro tema donde hay mucha tela que cortar es la relacionada con la comunicación. En la década de los 90's las radios populares "se jugaban la vida" por la organización, al punto de que Radio Latacunga fue tildada de "subversiva", pues a través de su programación, los indígenas del centro del país pudieron fortalecerse. En el siguiente podcast podremos escuchar un dirigente defendiendo a la emisora, lo que evidencia que el sentimiento era mutuo.



En Junio de 1994, Radio Latacunga fue tomada por militares que irrumpieron en los estudios, obligando a no emitir programación; sus dirigentes fueron apresadas y sus trabajadores amedrentados. En próximas entradas, les mostraré testimonios de ex trabajadores de la emisora que vivieron esos emotivos momentos. Lo cierto es que, cuando los indígenas pretendieron la política partidista, Radio Latacunga marcó distancia, mientras que los indígenas ya pulían su reciente medio nacido en Cotopaxi: TV MICC.

El gobierno ha planteado programas de beneficio directo a las bases de las organizaciones indígenas, al tiempo de desacreditar constantemente a sus dirigentes. Este panorama hace ver que la cohesión del movimiento y la apatía han debilitado la capacidad de convocatoria. Los dirigentes indígenas no se rinden, más bien creen que una nueva etapa está naciendo, fruto de una toma de conciencia de todos los ciudadanos por el respeto a la tierra, a los recursos naturales y a la escasez de alimentos.

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