“LA MONTAÑA ENSEÑA QUE SOMOS INSIGNIFICANTES”

Imagen tomada de www.ivanvallejo.com
El testimonio de Iván Vallejo llegó a los estudiantes de Maestría de Periodismo de la UDLA. En el fondo de su exitosa carrera deportiva se esconde una historia marcada por la disciplina y la superación personal.



El periodismo deportivo nuevamente se convirtió en el motivo para hablar de sueños y valores. Iván Vallejo, montañista ambateño de 53 años, compartió una hora de charla y anécdotas con estudiantes de la Universidad de las Américas; el pasado sábado, en Quito.

Durante su disertación, Vallejo resaltó la importancia de perseguir los sueños. El suyo apareció a muy corta edad, cuando se imaginó coronando la cumbre del Everest; anhelo que no solamente se cumplió, sino que además labró una exitosa carrera como expedicionario. Iván se convirtió en el decimocuarto ser humano en lograr coronar las catorce cimas más altas del mundo, todas sobre los ocho mil metros de altura.

Los estudiantes se mostraban motivados y sorprendidos por cada anécdota contada por Vallejo. Algunos se conmovieron hasta llegar al borde de las lágrimas, cuando Iván resaltó las enseñanzas de su madre, como la herramienta fundamental para su realización personal; así como otras anécdotas y dificultades familiares, estas últimas superadas con la misma tenacidad con la que se juega la vida en la montaña.

“Una de las cosas que se aprenden en esta profesión es que somos tremendamente insignificantes” sentenció Iván cuando Lenin Plaza, estudiante de maestría, le preguntó sobre el montañismo y la tentación de creerse superior: “En la montaña no importa si tienes título, dinero o posesiones, eres simplemente tú con la inmensa y poderosa naturaleza; cuando te enfrentas a la muerte sabes que no eres nadie para dominar el ecosistema, sino que debes integrarte a él”

Iván está desarrollando un proyecto denominado: “Somos Ecuador en las montañas del mundo” junto a un grupo de montañistas que están ascendiendo a cumbres de varios países, con el objetivo de prepararse para poder trazar, en un par de años, una nueva ruta en uno de los colosos del Himalaya. Algo que solo los más experimentados expedicionarios pueden realizar.

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